El comercio electrónico ha tenido
un avance impresionante en las últimas décadas, y para demostrarlo, pregúntese
a Usted mismo o a algún integrante de su familia o amigos cercanos si en alguna
ocasión ha hecho alguna compra por Internet. Puede ser compra de ropa, de
libros, de boletos para el cine, o incluso boletos de avión y autobuses, el
cielo es el límite.
Autoras como Judith Cavazos y
Soraya Reyes (2006) están convencidas de que no se trata simplemente de una
moda, sino una necesidad para cualquiera que quiera ser parte de la economía
global actual, pues el negocio por la vía electrónica crece con rapidez.
¿A qué se deberá tal crecimiento?
Los elementos clave en el comercio electrónico son desde luego la tecnología y
los principios del marketing, y el objetivo que persigue es el de hacer más
eficaz la forma de hacer negocio. En la palabra eficacia diría yo que
encontramos la respuesta a nuestra pregunta, pues es una de las características
principales para hacer crecer un negocio importante. Además, este tipo de
comercio nuevo brinda excelentes oportunidades, como la expansión del negocio,
la venta directa al cliente (que lo hace más barato), el hecho de no necesitar
una fuerte inversión ni capital humano, y el posicionamiento de la marca o
empresa.
Un aspecto importante dentro del
e-commerce es la legislación, debido a que en una transacción de este tipo se
generan derechos y obligaciones. La velocidad con la que ha crecido la tecnología
y la forma de hacer negocios ha rebasado de forma exponencial la legislación en
la materia. Por lo anterior, se ha tenido que recurrir al “espejo” del
ordenamiento referente al negocio tradicional. Sin embargo, es necesario
desarrollar una normatividad específica para este tipo de comercio, y que vaya
a la vanguardia de los rápidos cambios que se presentan en la materia, además,
debe contener como aspectos prioritarios la protección legal de la información,
los programas de cómputo, las bases de datos, y la propiedad intelectual.
En su mayoría, los derechos y
obligaciones que se contraen en un negocio por la vía electrónica, se refieren
a asuntos de la materia mercantil, pues se da un lucro de una de las partes
como una forma de subsitencia. Sin embargo, también hay casos en los que la transacción
pertenece al derecho civil.
Este último caso puede referirse
a una compra de algún artículo, que el vendedor sube a la red para venderlo,
pero en realidad no es su actividad comercial primaria ni su medio de
subsistencia. En estos casos, también es importante que exista un contrato
electrónico que contemple dichas prerrogativas y obligaciones que contraen las
partes, así como su voluntad.
Algunas de las cosas importantes
que deben contener los contratos electrónicos son lo que se debe hacer cuando
el comprador no recibe lo que se le fue ofrecido, o cuando se hace el pago pero
el artículo no llega nunca al consumidor. También debe preverse cuando lo
entregado no es correcto, es decir, no llega el producto o la cantidad
solicitada, o cuando el pago no llega a manos del vendedor.
Cavazos Arroyo, Judith; Reyes
Guerrero, Soraya. Comercio electrónico: un enfoque de modelos de negocio. 1°
edición. Compañía Editorial Continental. México: 2006.
Estefanía Ayala Bravo
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